En completo olvido el rincón, que de un tiempo a otro y con el avance de la tecnología ha ido al abismo de la decadencia. Me atrevería a trasladar este rincón a las nuevas tecnologías como es la red social más famosa por estos tiempos: facebook.
Pero creo que aún no es necesario trasladarlo, prefiero quedarme en un sitio que no muchos visitan, pero que sin embargo, me sirve para poner en tela de juicio algunos pasajes de la vida cotidiana o simplemente comentar temas ácidos que dan vuelta mi mente.
Por ejemplo, nunca nadie me ha de entender los sueños o quizás cómo lo paso en la fase o lapso entre estar dormido y despierto, veo muchas cosas, imágenes muy raras, día tras día intento comprenderlas y aunque muchos tachan de que tengo un mar de cachivaches en la cabeza yo he de tener la certeza de que algo desde mi nacimiento asecha mi vida – por eso saco a veces conclusiones de mi juventud tan sigilosa- en las que me he encontrado con tantas anomalías con el mundo que no es tangible, quizás estoy completamente deschavetado y una sopa de interrogantes es la que todos los días hace cuestionarme tantas cosas para poder conciliar el sueño y hasta por fin después de un par de cotejos con la cama poder con mucho esfuerzo terminar por cerrar los ojos.
Que tema más complejo, el solo hecho de intentar explicarlo me crea “caldo de cabeza”, pero sé que algún día encontraré alguna experiencia de pasillo o de casualidad que me de las respuestas, de lo contrario, encontrar las respuestas sólo por medio de mi propia experiencia.
Alguna vez una bruja me dijo que yo tenía un aura que salía de lo común, cómo entenderlo si hasta yo no sabia lo que era ese termino, y continuando su discurso recalcó que algo me protegía – y que por deducción lógicamente me acordé del flaco- y que tenía una vida intensa pero muy corta.
Lamentablemente hay cosas sin explicación, pero tengo la seguridad que alguna vez las entenderé por completo, y cuando llegue ese momento, será cuando deje de comentar esto y quedarme en completo silencio hasta mi muerte.