amor omnia vincit (parte 3 y final)

Esa tranquilidad que nos hizo olvidar esta guerra, ella siempre supo como calmar todas las confrontaciones, ella sabia que mi refugio siempre fue ella, lo triste es que nunca lo quiso hacer.
El resto de la película la observamos en paz y tranquilidad, era como si hubiéramos retrocedido al tiempo donde nos conocimos, hubo un momento, donde ella observaba atentamente la pantalla gigante, de reojo la mire por un tiempo prolongado, era un temporal de sentimientos y pensamientos que me embargaban,
Una lágrima fugitiva salía prolijamente de mis ojos y sin ella darse cuenta.
Una mano usada como pañuelo destruyo la lagrima, actuando como si los ojos hubiesen estado irritados por la potencia de la pantalla, comenzaba a sangrar el corazón.

No hubo tiempo para seguir reflexionando lo herido que ya estaba, los créditos de la película hacían sonar la campana del siguiente round, donde nos besamos como si hubiese sido la última vez, las luces hacían achicar nuestros ojos y comentar la corrupta película que acabábamos de ver.

Mientras salíamos de esa sala y en el pasillo, aun podía ver aquella mujer que me cautivo, pero al abrir el gran portón hubo abundancia de luz, humanos y frialdad.
No debía confiarme, comenzaba otra vez la batalla, donde estaba dispuesto a dejar mi vida luchando.
No quería volver a perder, quería saber algo de victoria, salir como un ganador.
Y seguimos en esta guerra donde cada vez los golpes eran mas fuertes, mas hirientes, subimos al transporte que nos llevaría a el ultimo enfrentamiento, subimos a la maquina con distintivo de abecedario.

De inmediato y sin tratado de paz alguno, comencé ha atacar con mi artillería pesada, mirada que no le sacaba de sus ojos, paresia que ganaba la batalla por momentos.
Pero no había caso me lo devolvía con mas fuerza aun.
A esas alturas de la batalla los dos estábamos exhaustos y heridos, ella ya había gastado todo su cargamento, mientras mis ultimas municiones las gastaba desesperadamente, los tiros eran al aire, donde solo restaba una sola cuadra para terminar con esta dura batalla.

Solo me quedaba el ultimo tiro, las miradas asechaban respirando recuerdo, lagrimas que no se podían contener mas, un beso suave pero amargo y el ultimo tiro lo lance al aire.

La frialdad marco mi despedida de el enemigo y el descenso de la maquina, mi mano al cielo y abierta me desligo de la batalla, al bajarme y como siempre supe los paños estaban empapados de sangre, era una hemorragia sentimental.

Caminando a casa recordaba la dura batalla donde no se quien fue el vencedor, solo se que luche por mucho tiempo, y mientras la sangre creaba un camino rojo, se desparramaba por el cemento, en la agonía y en mi propia despedida, supe que luche con “honor y gloria”, mientras caía lentamente al suelo desangrentandome termine con una interrogante mientras caía.


¿FUI EL VENCEDOR O EL PERDEDOR?