Crimen Diario

“abrió la puerta con prepotencia mientras dormía, quiso entablar una conversación conmigo, para que vienes a fastidiarme le dije, vengo a quedarme un tiempo aca me respondió, ojos a media asta y con voz baja le digo que se largue, se hace el sordo y comienza a caminar alrededor de mi cama repitiendo una y otra vez la derrota, ojos abiertos como luna llena y con voz amable le invito a salir de mi habitación antes de que se me terminara la paciencia, responde al instante, tengo que conversar contigo me dijo, yo no tengo nada que hablar lo sabido, le dije. “ tranquilo hombre…tranquilo” me responde con voz de que todo saldrá bien. Se sienta a los pies de mi cama y me mira fijamente y comienza a vomitar su discurso. Me dice que el vino a visitarme por un tiempo por una propia invención, que si sabia los riesgos que podía visitarme, que ahora no me quejara, no hay vuelta atrás y me tendré que quedar hasta que tu mismo me destruyas, soy tu voluntad, soy tus lagrimas, soy tus miedos. Me agarré la cabeza y solo suspiré. Devuelve el suspiro y me dijo que no quería esto, pero era su trabajo que el corazón le dio ordenes, corrí en la pieza que se transformo en una selva eterna, el me persigue, me pesan las piernas, me atrapa y me dice que de esta no puedo escaparme, lloro como un niño recién nacido, de una bofetada me devuelve a mi cama, cierro los ojos para poder pensar que solo es una pesadilla, no es pesadilla es la realidad por que abro mis ojos y aun está ahí burlándose de mi. Y que quieres que haga ahora le pregunto, déjame que te acompañaré, seré tu sombra que te hará sentir pena en el momento menos pensado. Me levanto, me dirijo a la cocina y allí está, sentado para esperar el té, lo miro y lo ignoro, prendo la TV, me desayuno un cigarro, me ofrece fuego, cojo los fósforos, cambio la TV, me largo a la ducha. Al salir me espera. Le pregunto si no se aburre de seguirme, abre las manos a la altura de los hombros lamentándose, me siento a la computadora, escucho música, me sugiere que la cambie, esta música es mamona me dice, deja de hincharme las pelotas le advierto.

Me agota, me colapsa su presencia, prendo otro cigarrillo para poder pensar cual será el plan para desalojarlo de mi vida, mientras vomito el humo contaminador vuelve aparecer, se para en la esquina de mi habitación y espera mi contra, yo le hablo con calma, disparando a cualquier lado mis palabras: “quizás yo fui quien te creo, si así lo es yo soy el único que te puedo destruir y aplastar – lo miro desafiante – a veces las mascaras son el mejor aliado de la mentira, es una armadura que sirve para olvidar, sirve para dejar tus vacaciones con boletos de regreso, su cara de preocupación es inminente, mastico la victoria al saber que lo estoy matando, me levanto de la cama, me estiro, y sigo atacándolo: el diablo sabe más por cachero que por diablo, mira hacia todos lados preocupado, ¿que pasa sufrimiento?, eres tu ahora el que tiene miedo, eres tu el que no puede sorprender, ahora yo te sorprendo, obviaste que la experiencia no la tengo de adorno, obviaste que he sufrido muchas veces y ahora te vienes a instalar con toda la tranquilidad del mundo!!!, no señor, no señor, siempre he sabido la solución, tu ya no sabes como atacar, esto es un poco más de lo mismo, doy tres pasos en donde se encuentra, saco una cuchilla sacada del fondo de mi corazón, no se pronuncia solo tirita como el espejo de una micro, doy los dos últimos pasos, la cuchilla se la planto con odio en su falta de corazón, una y otra vez, una y otra vez, con la mano derecha le digo adiós, lastima que ya no me sorprendes, lastima que volverás mañana para poder matarte todos los días, todos los santos días tengo que matarte, pero cuando ya sé cual es tu táctica, se me hace más fácil asesinarte sufrimiento, hasta mañana sufrimiento, los días te pasaran la cuenta y cuando te olvide dejaras de visitarme, desapareció lentamente, sonrisa obligada, comienzo un nuevo día, lindo pero horrible día, un nuevo día….”