segunda muerte de jesusrecargado

Quiero llorar con todas las ganas del universo, pero no puedo, es un nudo sin remedio el no poder llorarte, el no poder aceptar la derrota ya asumida, las lagrimas salen sin petición alguna, salen fugitivas de esperanzas de no creer las cosas, de no poder creer en que mundo estas, de no creer en el sueño aplastado con solo un par de palabras electrónicas, el sufrimiento se vive en el momento preciso, se vive y se llora cuando hay que llorarlo pero no es algo eterno, es algo de un momento, de un par de mañanas y perjudicialmente en el anochecer donde la luna intenta darte un manto de abrigo, es allí donde con el manto te limpias como puedes las lagrimas, junto al silencio, junto a tu fiel amiga la soledad. A la vuelta de la esquina te espera la soledad, tu fiel amiga que siempre te ha acompañado durante noches enteras, la que te ha observado prolijamente llorar junto a tu pañuelo de plumas. La desidia te sobrepasa mientras respiras, el dejabu de tu puta mente siempre es real, hay que aceptar la derrota muy conocida y aceptarla.
Las nueves son grises, un panorama perfecto para recordar tu derrota siempre predecible, son muchas batallas perdidas, mucha sangre derramada fríamente, pero tranquilo la sangre derramada se seca, pero las cicatrices quedan como la varicela pero sin desalojar los sentimientos, corazón mió lleno de heridas resiste mucho más que corazón solo una vez herido y marcando el paso.

La luna solo lamenta el fracaso y solo me alcanza a decir con su brillo que solo espere el retorno, la ignoro por el orgullo de hombre y solo la dejo hablar deschavetadamente como señora de acilo de ancianos, como si fuera una conversación a la pared. Por algo el cielo estaba cargado de lagrimas desde hace días, por lo que me haz dicho, cierro la puerta de mi habitación llenas de mentiras, llena de sentimientos pasajeros profundos, llenos de maldad colectiva.

La llama se apaga tan lentamente, tal cual como prendió se apaga con el desamor completamente en la sapiencia del loco que siempre escribe, del lunático fracasado, del que siempre se arriesga y se queda con el gusto amargo impregnado en los labios eternamente, los días son grises pero nunca negros, la luz hará brillar a este humilde perdedor que solo fracasa con lo bueno de la vida y no hace sufrir con cagasos del amor, ese soy yo el infierno del lenguaje femenino, el con solo palabras y acciones relativamente buenas hace sufrir al mismo espíritu, inaceptable y asqueroso inventado por mi, prototipo de mierda, prototipo del corazón que llevo directo al fracaso y siempre al desamor, dime una sola palabra, dime un solo fracaso que pueda llevar por encima de mis sentimientos, vuelve a ser mi corazón hoy más que ayer de piedra.